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jueves, julio 26, 2007

¿Qué papel juega en el aprendizaje la buena comunicación con sus alumnos?

EDUCAR ES TRANSMITIR CONOCIMIENTOS DE PERSONA A PERSONA

En el proceso educativo, los conocimientos no se trasladan de una máquina a otra, como ocurre en las redes de computación. Se traslada, como es obvio, de una persona a otra persona. Y cada persona es una entidad que tiene un cuerpo y una mente. En esa mente, se producen operaciones intelectuales, pero también hay movimientos emocionales y afectivos. Y éstos contribuyen -o perjudican- a la adquisición de conocimientos.

La comunicación es el acto central de la vida humana, y es el acto central de la educación. Los especialistas de todo el mundo coinciden en que el aprendizaje se da no sólo en una dimensión intelectual, sino también en una emocional, afectiva y de relación.

La actitud de un profesor al comunicar los conocimientos o manejar la disciplina influye -para bien o para mal- en el aprendizaje de sus alumnos.

Es un hecho que hablar de neutralidad psicológica, no deja de ser un bello deseo. Un profesor auténtico, al implicarse de lleno en la actuación pedagógico-educativa, en lo que dice, en lo que hace, en lo que exterioriza mediante el estilo o el proceso de enseñanza que elige, con la mirada que lanza o el gesto que inicia, logra que su mensaje sea interiorizado de modo diferente y en distinto grado, no sólo de acuerdo con el desarrollo psicológico e intelectual, sino también según sean las vivencias emocionales, afectivas y sociales de cada uno de los alumnos.

La Inteligencia Emocional, con cada una de sus habilidades prácticas, ayuda en el proceso de la educación abarcando todos los aspectos de la misma. Pero todo depende del principio de la autenticidad.

Al ser la autenticidad la necesidad más profunda del equilibrio psíquico, deberá ser también la característica dominante de la personalidad de todo profesor. Sólo ella llevará al educador a la aceptación de sí mismo y de los demás, y se convertirá en el fundamento de todo acto relacionante o comunicativo.

Un profesor así:

· no se verá precisado a desviarse de sus propios sentimientos;
· se presentará tal cual es;
· será receptivo;
· no impondrá a los demás sus sentimientos;
· no mostrará actitudes defensivas ni prejuicios en relación con nadie;
· ya no tendrá que hacer esfuerzos para parecer diferente de lo que es, sino sólo para cambiar y llegar a ser ante todo aquello que puede ser.

Esta disponibilidad psicológica y afectiva de apertura, sensibilidad y de cambio, conduce al profesor a comprometerse completamente en la situación pedagógica, a entregar su totalidad a aquello que cree, dice, hace y es.

Su pedagogía pasa entonces a convertirse en una experiencia vivida, en una "aventura interior", ya que ésta se va a presentar como un proceso de transformación, cambio y evolución donde se integran todos los aspectos educativos: actuar, reflexionar, relacionarse y crear.