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jueves, julio 05, 2007

PROYECTO EDUCATIVO INSTITUCIONAL PEI

Texto de Apoyo N° 6
Las organizaciones sociales se agrupan en diversas áreas institucionales de acuerdo con la función que desarrollan en el sistema social. Así tenemos que la institución de la familia comprende a toda y cada una de las familias de una sociedad; las iglesias a la institución religiosa; las escuelas a la institución educativa, etc.. Si bien cada una de las unidades institucionales tienen ciertas características comunes justamente por la función común que cumplen, no todas son semejantes entre sí ya que a las diferencias estructurales (tamaño, recursos materiales disponibles, diferenciación interna, etc.) se agregan ciertas características que se basan en un estilo de realizar sus tareas, en un modo distintivo de relacionarse las personas, en el uso de pautas valóricas diferentes para evaluar los objetivos, etc. El conjunto de características como esas constituyen la “personalidad social” de la organización.

Esa personalidad de la organización se da con mucha claridad en el sistema escolar. No hay dos escuelas iguales aun cuando tengan el mismo número de alumnos, de profesores y utilicen los mismos planes de estudio. Cada una de ellas es un microcosmos con un estilo propio para cumplir sus funciones, para orientar a sus alumnos, para relacionarse con los padres, con la comunidad, etc. Precisamente, el proyecto educativo institucional (PEI) es la explicitación ordenada de sus características distintivas, de la forma de entender la enseñanza dada por sus profesores, de entender los objetivos que la escuela ofrece cumplir en sus alumnos y de relacionarse con las familias y con la comunidad o entorno en la cual se encuentra ubicada.
I. EL PROYECTO EDUCATIVO INSTITUCIONAL
El Proyecto Educativo lnstitucional - PEI - es definido por el Ministerio de Educación de Chile como sigue: “Un instrumento de planificación que guía a la Institución en su desarrollo hacía la consecución de las grandes metas o sueños compartidos por la propia comunidad educativa. Para lograr esto, el Proyecto explicita clara y precisamente tanto las grandes finalidades como también las líneas de acción que permitirán conseguir las metas deseadas”. (Ministerio de Educación de Chile. "Proyecto Educativo Institucional". Santiago. 1996. Página 20).

En otras palabras, el PEI es la exposición clara y concisa de los grandes objetivos valores y normas que deben orientar las conductas de directivos, profesores y alumnos de una comunidad escolar con la finalidad de mejorar de manera permanente el clima organizacional, los resultados del proceso de enseñanza-aprendizaje en sus diversas dimensiones y sus relaciones con la comunidad dentro de la cual se ubica geográficamente. El cumplimiento de este compromiso institucional debe darle a la escuela o colegio una característica propia que cada uno de sus miembros reconoce y valora como tal.

En relación con las normas y valores que la unidad educativa se propone inculcar en sus alumnos, cabe hacer notar que los objetivos transversales de los planes de estudio proporcionan la oportunidad adecuada para darles especificidad. Así se reconoce explícitamente en el texto Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos Obligatorios de la Educación Básica Chilena cuando al presentar los objetivos transversales se dice textualmente:

“2.1 Los Objetivos Fundamentales Transversales de la Educación General Básica tienen un carácter comprensivo y general orientado al desarrollo personal, y a la conducta moral y social de los alumnos, y deben perseguirse en las actividades educativas realizadas durante el proceso de la Educación General Básica”.(Chile. Ministerio de Educación. 1996. Página 10).

La principal característica del PEI es el carácter participativo de su elaboración. En este sentido el proyecto educativo debe ser el resultado de un trabajó colectivo en el cual mediante el análisis y reflexión sobre la situación actual las perspectivas de la unidad educativa, la comunidad escolar se plantea metas y estrategias sociales y pedagógicas para mejorar, de manera continua, sus practicas de enseñanza y los resultados de ella.
A esa característica básica, deben agregarse las siguientes:
1. En cuanto producto de un trabajo participativo, el PEI debe implicar un compromiso a nivel de todos y cada uno de los miembros de la comunidad escolar.

2) El PEI integra la comunidad escolar a la comunidad social mayor a la cual pertenece. Esto permite no solo recoger las inquietudes y expectativas de los padres y apoderados y otros miembros de esa comunidad, sino también darle dimensiones concretas a algunos contenidos teóricos de la enseñanza al conocer una fábrica, una explotación agrícola, un teatro, etc.

3. Las metas y acciones propuestas en el proyecto deben ser realistas y claras en su expresión. El proyecto es realista cuando más se tenga conciencia de los problemas de la escuela en el momento de su formulación, pero también de sus potencialidades y responsabilidades sociales.

4. El proyecto debe concebirse como un proceso, es decir, como un conjunto de tareas que deben realizarse en el futuro, a partir de un presente. En cuanto proceso, el proyecto es modificable en la medida que algunas de las grandes metas iniciales pueden ser reformuladas e incluso abandonadas y reemplazadas por otras. Sin embargo, toda modificación del proyecto original debe nacer de la comunidad escolar como también su aprobación democrática.

5. En concordancia con el carácter de proceso del proyecto educativo, éste debe ser sometido a un seguimiento metódico y ser evaluado todos los años, al término del período escolar.

6. En la medida de lo posible, tanto el diseño inicial del proyecto como las modificaciones que experimente durante su marcha debería basarse en los resultados de investigaciones realizadas a nivel del aula, la escuela y la comunidad. En las dos primeras instancias, debería emplearse una o varias de las formas que toma la investigación-acción participativa en el campo socioeducativo.

Algunas de las características del PEI anotadas más arriba aparecen destacadas en la siguiente cita:

“Aunque el Proyecto Educativo del Centro es fundamental para dotar de coherencia y personalidad propia a los centros, su elaboración debe considerarse como un proceso progresivo y dinámico que permita la consolidación de los equipos docentes y facilite la gestión del centro. No tiene sentido elaborar un Proyecto Educativo de carácter burocrático, que no sea compartido realmente por el equipo y carezca de funcionalidad. La consolidación de los equipos educativos requiere definirle y llegar a compartir toda una serie de idea que, adecuadamente elaboradas y redactadas irán configurando paulatinamente el Proyecto Educativo del Centro”. (Roberto Rey y Juana M. Santamaría. "El Proyecto Educativo de Centro: De la Teoría a la Acción Educativa". Madrid: Editorial Escuela Española. 1992. Página 147).

II. ESTRUCTURA DEL PROYECTO EDUCATIVO LNSTITUCIONAL : Sin perjuicio de otros componentes que una unidad educativa concreta desee incorporar, la estructura de un proyecto educativo institucional comprende las siguientes partes:

1. Identidad y misión de la escuela;
2. objetivos generales;
3. normas y organización;
4. orientaciones teórico-pedagógicas de la enseñanza;
5. evaluación de los aprendizajes;
6. descripción del entorno de la escuela;
7. seguimiento y evaluación del Proyecto Educativo lnstitucional.

1) Identidad y misión de la escuela. La identificación de la unidad educativa consiste, básicamente, en señalar sus aspectos más importantes que resultan de respuestas a las preguntas tales como: ¿qué identifica a esta escuela en particular? ; ¿quiénes somos como unidad educativa y qué nos distingue en particular?
Sin perjuicio de señalar en esta sección del proyecto el nombre y ubicación del centro, sus niveles de enseñanza, número de alumnos y de profesores, las señales de identidad deben destacar los valores principales que le dan un aspecto distintivo, un clima y una intencionalidad pedagógica y social propias. Todo esto manera breve y clara.

Ejemplo de la definición de identidad de la escuela.

1) Nuestra comunidad escolar se distingue por el respeto a las diferencias sociales, culturales e ideológicas de todos sus miembros. Consecuentemente, no orienta sus actividades por ninguna doctrina económica, política ni religiosa en esas áreas.
2)Nuestra escuela concibe la educación como un servicio a la sociedad y, en particular, como un proceso de compensación de las desigualdades que se dan en la sociedad, dentro de un espíritu democrático que reconoce el derecho de todos los habitantes del país a recibir educación.
3) Nuestra escuela busca de manera continua le mejoramiento de la calidad de la educación que imparte a sus alumnos, no solo referida a los conocimientos que adquieren sino en cuanto al desarrollo integral de la persona. En consecuencia nos proponemos formar un tipo de persona que dentro de su propia identidad, tenga la capacidad de tomar iniciativas, aplicar la reflexión y el espíritu crítico frente al conocimiento y frente a la realidad social. Para lograr esos objetivos, la enseñanza y el aprendizaje implican una pedagogía activa que se basa en la participación del alumno y en la responsabilidad de profesor de mantener en él la motivación por aprender a razonar, a dudar y a examinar diversos puntos de vista durante su trabajo.

· Nuestra comunidad escolar considera que las características señaladas más arriba no solo tengan vigencia durante la permanencia del niño en la escuela, sino que deben constituir actitudes permanentes de su vida.
· Corresponde al ideario de la escuela inculcar en sus alumnos la defensa de los derechos humanos, la tolerancia y la solidaridad. También, la defensa del medio ambiente que debe ser patrimonio de las generaciones futuras.
· Corresponde también a nuestra identidad escolar el desarrollo cultural, artístico deportivo de sus alumnos, de manera a dar una educación integral que respete, sin embargo, las diferencias individuales de sus alumnos.

2) Objetivos generales. Estos objetivos son semejantes en su forma a los objetivos del curriculum en cuanto implican una intencionalidad, unas metas deseables de alcanzar. Sin embargo, la enunciación simplificada usada en los objetivos curriculares es reemplazada en el PEI por una enunciación más amplia, sin exceso, con el propósito que ellos sean comprensibles para cualquier persona que los lea. Si bien el término objetivo apunta directo a un propósito, a una intención, en el caso de del proyecto educativo se trata más bien de principios generales como se puede ver en esta cita: "Podríamos concluir que la educación es una acción cuyo objetivo es que el hombre adquiera y asimile activamente un profundo conocimiento, comprensión y participación del medio natural y cultural en que vive.
Se asume entonces la necesidad de formar: Un hombre sano, libre, con ideales y valores, con real vocación democrática, solidario, honesto, veraz, capaz de desarrollar el pensamiento reflexivo y el espíritu crítico con objetividad, tolerante, respetuoso de los demás y de sí mismo, amante de la paz, conocedor y defensor de sus derechos y deberes.

Un hombre creativo y descubridor de sí mismo y del mundo en que vive, del conocimiento, de las artes, de las ciencias y sus aplicaciones, de los bienes culturales en general, que son y deberá ser patrimonio de todos, capaz de instrumentalizarlos, vivirlos y ponerlos al servicio de su entorno social. (Normas de Convivencia Escolar del Liceo Experimental Manuel de Salas. Santiago, Chile. 1998. Sección 11).

3) Normas y organización. Las normas en este apartado se refieren dimensiones como las siguientes:

a. Derechos y obligaciones generales de los diversos estamentos de la comunidad escolar.
b. Niveles y formas de participación de los miembros de cada estamento.
c. Formas de participación de padres y apoderados.
d. Formas generales de la relación profesor – alumno

Los derechos y obligaciones de los alumnos, el reglamento del gobierno estudiantil, las formas de relación y las obligaciones de los padres y apoderados como asimismo otros reglamentos que se consideren pertinentes pueden colocarse en anexos del PEI.

La estructura organizativa puede presentarse de manera esquemática en un organigrama.

4) Orientaciones teórico-pedagógicas de la enseñanza. En esta parte del proyecto educativo se debe dar respuesta a la pregunta ¿cómo se enseña en esta unidad educativa?. Esta pregunta es equivalente a dar cuenta de la metodología que se utiliza en la enseñanza y de sus bases teóricas. Las opciones aquí son varias y deben ser consensuadas por las autoridades y profesores de la escuela teniendo en cuenta los contenidos de los respectivos programas y de los respectivos niveles y cursos.

Entre las opciones teóricas-metodológicas de la enseñanza están las propuestas, para citar algunas, de Freinet, Montessori, Pablo Freire, del constructivismo ( Piaget, Vygosky, Ausubel), etc. También podrá mencionarse si se trabaja en equipo, por proyectos, en forma de investigación a nivel de los alumnos, etc.

Para algunos autores que consideran que el objetivo más importante de la enseñanza es el aprendizaje de los alumnos ( de acuerdo con los contenidos de los programas de estudio) la diversidad metodológica puede ayudar mejor al logro de ese objetivo. Así se puede constatar en la siguiente cita.

“Es importante tener en cuenta que los métodos didácticos en sí no son garantía de aprendizaje, son que su éxito está enormemente condicionado por las relaciones que se establecen en la clase, las actitudes de alumnos y profesores y el nivel de comunicación existente entre el profesor y sus alumnos y de los alumnos entre sí. Si estas consideraciones en cuenta, resultan muy adecuadas discutir colectivamente las distintas formas de trabajo utilizadas en el aula y buscar en grupo, respetando siempre las opciones individuales, aquellos enfoques metodológicos que mejores resultados proporcionen para lograr los distintos tipos de aprendizaje”. (Del Carmen L. y A. Zabala. Guía para la elaboración, seguimiento y valoración de Proyectos Curriculares de Centro. Madrid : CIDE. 1991.Página 55).

Al presentar la metodología de enseñanza la escuela debe indicar cómo se trata a los alumnos con aprendizaje lento o con problemas de aprendizaje.

5) Evaluación de los aprendizajes. En la propuesta para la evaluación de los aprendizajes, puede ser útil recordar las preguntas qué evaluar, cómo evaluar y cuándo evaluar. En ausencia de disposiciones oficiales sobre los procedimientos de evaluación, está actividad puede cumplirse con medios como los siguientes:

a. Portafolio del alumno: Colección y análisis de los trabajos realizados por cada alumno (Resúmenes, trabajos de investigación, producciones plásticas y artísticas, formas y niveles de participación, participación en actividades sociales realizadas por la unidad educativa en la comunidad, etc.).
b) Pruebas específicas: Resultados de pruebas objetivas.
c) Calificaciones dadas por participación en clases, evaluaciones por los pares, autoevaluaciones, etc.
6) Descripción del entorno. El análisis y descripción del entorno debería ser realizadas antes de formular el PEI.
Cualquiera sea el momento para ello, este análisis debe referirse tanto al entorno socioeconómico como al entorno socio cultural. En el entorno socioeconómico se considerarán las actividades productivas (industrias, comercios, etc.) y las formas y niveles de subsistencia que existen en él dentro del radio de influencia de la escuela; mientras en el análisis del entorno sociocultural se anotarán los centros culturales que puedan existir (una academia de pintura, centros deportivos, etc.), instituciones de asistencia social (policlínicos, postas de salud), como parte principal de este análisis, las necesidades educativas de la población.

El análisis del entorno puede necesitar de informaciones específicas que se recogerán mediante cuestionarios dirigidos a los padres, cuestionarios a los alumnos, entrevistas con los miembros de la junta de vecinos, etc.

7) Evaluación y Seguimiento del Proyecto Educativo Institucional. El seguimiento (monitoreo) y la evaluación de las acciones y metas propuestas en el Proyecto Educativo lnstitucional deben hacerse dentro y al finalizar el año por las autoridades y profesores de la unidad escolar. Solo así será posible saber lo que se ha hecho, lo que no se ha realizado, los problemas encontrados, la redefinición de objetivos, etc. Sin estas actividades de seguimiento continuo y de evaluación de los resultados que se van alcanzando, el PEI quedará solo como un documento inerte de buenas intenciones no realizadas.

III. PREPARACION DEL PROYECTO EDUCATIVO INSTITUCIONAL.

En la preparación del PEI se distinguen varias etapas hasta llegar a un proyecto final consensuado a nivel de la comunidad escolar. A continuación se indican esas etapas:

1. Preparación de un anteproyecto.
2. Convocatoria. Exposición del anteproyecto a la comunidad escolar.
3. Formación de equipos de trabajo. Distribución de tareas.
4. Trabajo de los equipos.
5. Presentación del trabajo de los equipos al colectivo de profesores y autoridades. Discusión en pleno de esos trabajos.
6. Difusión del proyectó final al colectivo de profesores y autoridades.
7. Seguimiento del proyecto.

1. Preparación del anteproyecto. La preparación concreta de un Proyecto Educativo lnstitucional supone el conocimiento de la definición y componentes del mismo, según se expuso, como orientación, en la primera sección de este documento. En la realidad, la elaboración de la estructura del proyecto y algunos contenidos básicos de cada uno de sus componentes debería ser la primera tarea a emprender por un grupo de profesores designados para estos efectos por la comunidad académica o las autoridades de la unidad educativa. Este grupo inicial de la unidad educativa debería complementarse con algunos padres o apoderados que, en la mejor medida de lo posible, sean representativos de la composición social del colegio.
El documento formulado por este grupo constituiría el anteproyecto del PEI.

2. Convocatoria a la exposición del anteproyecto. La convocatoria a la primera reunión para analizar y discutir el ante proyectó será realizada por el director de la unidad educativa. En ella, esta autoridad o uno o más de los miembros del grupo que preparó el documento hará una exposición detallada del contenido del mismo. A continuación deberá abrirse un debate para responder preguntas destinadas a aclarar dudas sobre puntos específicos de la exposición. Las respuestas por los miembros del grupo redactor deberían permitir a todo el colectivo comprender con claridad cuáles son los propósitos del PEI, cuál es su estructura básica, etc. En esta primera reunión debe quedar muy claro que se trata de un trabajo colectivo, elaborado de manera democrática, de tal modo que la versión final del proyecto debe reflejar con la mayor aproximación posible los puntos de vista de todos los actores de la unidad educativa.

Al finalizar se entregará a cada uno de los asistentes a la reunión una copia del anteproyecto que servirá de base al trabajó de los equipos de trabajo.

3. Formación de los equipos de trabajo. Sea en la reunión inicial o en otra posterior se procederá a conformar equipos de trabajo (sí el tamaño de la escuela requiere más de uno) según componentes del proyecto. Los miembros de cada equipo deberán incorporar algunos apoderados, según se dijo más arriba y, si es necesario para desarrollar algunos temas, se incorporarán alumnos de la unidad educativa.

Cada uno de los equipos elegirá un coordinador y un secretario (a) - relator (a) que deberá preparar las actas de las reuniones, con un resumen de los temas y acuerdo tratados por el grupo. Finalmente se definirá un calendario de trabajo.

4. Trabajo de los grupos. Cada grupo analizará, en profundidad, la descripción del componente elegido o que le ha sido asignado. Luego, los miembros del grupo, con la mayor participación posible de cada uno de ellos, podrán manifestar su acuerdo o desacuerdo, total o parcial con el texto original. En el caso de desacuerdos, se discutirán hasta llegar a la formulación que se entregará en la reunión del total del colectivo.

Es de hacer notar que algunos de los componentes requieren de investigaciones específicas antes de llegar a la formulación de tal componente. Así puede suceder con la descripción de la identidad de la unidad educativa, las formas de enseñanza y el análisis del entorno. La identidad podría requerir algún tipo de consulta a la comunidad mediante la aplicación de un cuestionario con preguntas como: ¿Según su opinión, qué caracteriza mejor a nuestra escuela?: a) En términos positivos; b) en términos negativos. ¿Qué valores deberían tratar de internalizar en sus alumnos?, etc.

En relación con la de enseñanza se podría necesitar saber cómo se está enseñando actualmente, cuáles son los diferentes estilos de enseñanza que utilizan los profesores, cuáles son sus bases pedagógicas, etc. Si el colegio se caracteriza por adherir a una concepción teórica pedagógica de la enseñanza (una o más formas del constructivismo, por ejemplo, conviene destacar las características principales de tal orientación con especial referencia a los alumnos).

Finalmente, el diagnóstico del entorno necesita información de las expectativas de los padres de familia respecto de la educación que reciben sus hijos, la relación ellos con sus hijos en lo que se refiere en forma directa al trabajo escolar, sus posibilidades de participación en algunas instancias del quehacer escolar, etc. En el caso de posean o están en cargados de una explotación agrícola o de una fábrica, panadería, etc., averiguar su disposición para que grupos de alumnos la visiten en grupos guiados, para conocer sus tipos de producción, los diversos trabajo que se desarrollan, etc.

En el trabajo de las comisiones y, en general en toda la elaboración del proyecto educativo es posible que se encuentren diversos niveles de disposición para trabajar en grupo o diversos grados de importancia dada al proyecto, intereses ideológicos particulares, etc. que pueden atentar contra la preparación objetiva del proyecto, con el aporte de cada uno de sus miembros, sea en la forma de proposiciones o de crítica constructiva.

Podría suceder que algunos profesores, ante los cambios que pueden proponerse en el proyecto, lo acepten solo en las apariencias, pero conserven sus prácticas rutinarias. Otros podrán tener actitudes y opiniones pesimistas que los llevan a decir “que aquí no se puede hacer nada diferente”, “no tenemos recursos”, “los niños de la escuela son pobres”, “contra la pobreza la escuela no puede pedirles más que lo estamos haciendo”; etc. Otros podrán decir, dogmáticamente, que su experiencia les ha mostrado que es imposible cambiar las creencias y valores de los alumnos.
Expresiones como esas significan obstáculos a la innovación, al cambio inherente a las instituciones y especialmente de la escuela que debe responder a los cambios que va experimentando su entorno económico, social y cultural. No se trata de actuar con ingenuidad, sino con espíritu positivo y con la disposición a mejorar el quehacer de la escuela, de proponerse sobrepasar los problemas, de comprometerse con ideales y con una voluntad de servicio que es la esencia de la profesión de maestro.

Otro factor que juega en contra de la preparación de un buen proyecto educativo está constituido por la proposición de metas inalcanzables, por interesantes que puedan parecer en su expresión. Todos los valores, metas, propósitos y tareas y conductas a definir deben ser realistas, posibles de alcanzar en plazos cortos o futuros mayores. Esto no significa mediocridad, sino responsabilidad dentro de un horizonte de posibilidades que no debemos desechar.

5. Presentación del trabajo de los grupos al colectivo. Una vez que todos los grupos hayan terminado su trabajo, de acuerdo con el calendario establecido en la reunión inicial, los coordinadores harán las respectivas presentaciones ante el colectivo de autoridades y profesores de la escuela. Una vez terminadas éstas, se abrirá un debate para el análisis de las propuestas. De tal actividad deberá salir, en esta reunión o en otra u otras posteriores, el documento final que constituirá el Proyecto Educativo lnstitucional de la escuela.

6. Impresión y distribución del PEI. La versión final del proyecto será distribuida al total de autoridades y profesores de la unidad educativa. También podrá hacerse llega a los padres de los alumnos o, si así no se hiciera, los profesores jefes de cada curso informarán en detalle a esas personas del contenido y compromisos del proyecto.

7. Seguimiento y evaluación. Una comisión elegida en la reunión final de los profesores preparará un esquema para el seguimiento de la marcha del proyecto y se hará cargo de esa tarea. Este seguimiento a lo largo del año deberá contener algunos pocos indicadores claves, que podrán variar de un año a otro, cuya verificación debería dar cuenta de la marcha del proyecto. A fines del año escolar se hará una evaluación global del proyecto, de sus logros y de sus dificultades.

El resultado de ese seguimiento y de la evaluación será informado al colectivo de la escuela al iniciarse el nuevo año escolar. Será ésta la oportunidad de continuar el proyecto tal fue concebido o, por el contrario, de introducirle las modificaciones que se estimen convenientes.
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BRIONES AEDI, Guillermo. Texto: “FORMULACION DE PROYECTOS EDUCATIVOS”. Programa de Magister en Planificación y Gestión Educacional, Universidad Diego Portales, Santiago-Chile, 1999.